David Lebón: “Toco como si yo fuese un puente de corazón a corazón”

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El músico se presentará el sábado 4 de mayo en el Movistar Arena, luego realizará un show en Mendoza y otro en San Juan. “El escenario es mi nave”, dice a Billboard semanas antes del concierto.

Son casi las 4 de la tarde y David Lebón está cansado. Pasó gran parte del día dando notas y hablando de la presentación que viene el próximo sábado 4 de mayo en el Movistar Arena. “Es mucha gente la que tiene que venir”, dice imaginando el lugar tal vez vacío. Pero inmediatamente recuerda que desde Uruguay y Tucumán llegarán sus hijos y nietos para estar ahí y parece que eso ya fuera suficiente. 

David Lebón viene de presentar el año pasado Herencia Lebón, un trabajo audiovisual de dos entregas con tres temas cada una, que fue presentado en dos conciertos en el teatro Opera en noviembre. Ahora llevará ese formato al Movistar Arena, para el que se está preparando hace algunas semanas. 

Tocó con todos y es una pieza fundamental para el rock argentino. Integró Pappo’s Blues, Color Humano, Pescado Rabioso, Serú Girán, Billy Bond y La Pesada del Rock and Roll y Polifemo. Como solista, lleva editados 16 discos (el primero fue David Lebón y lo editó en 1973). 

Herencia Lebón fue una idea de Patricia Oviedo, su compañera y manager. A él le encantó. “Nunca se me hubiera ocurrido el nombre Herencia, pero a todos les gustó. Sobre todo a mis hijos y a mis nietos. Tengo algunos nietos que son grandes ya y son fanas míos. Cuando vieron el primer Herencia con los arreglos de cuerdas me dijeron ‘tenés que ir para ese lado’, o sea no tocar solamente eléctrico”, dice.

https://www.youtube.com/watch?v=na-fJ2SbFlk

Es un gran desafío darles una vuelta a temas que conocés.

Estuvimos ensayando justamente hace unos días. Hacía como un mes que no ensayábamos. La banda ya tiene mucho más de 10 años, pero siempre que nos vemos estamos renovados y renovando. Nunca estamos de mal humor, somos muy unidos y yo no soy el “el jefe de la banda”. No soy un tipo jefe, no me gusta, nunca me salió. Es más, cuando tuve que trabajar y era joven no me gustaban los jefes, no me gustaba que me mandaran. La pasamos bien y cada vez que uno hace un chiste o pifia nos reímos mucho.

Tienen la posibilidad de jugar

Con Colombres (Daniel, baterista de la banda) hace 40 años que tocamos juntos. Somos chicos en la sala, lo veo. Me siento a veces como si tuviese 20 años, pero en mi corazón, ¡tengo como 300! Aprendí tantas cosas que siento que pasó mucho tiempo para aprenderlas. Vivimos por un corto tiempo en el planeta Tierra. Hice “El tiempo es veloz”, no por eso, y simplemente le puse “El tiempo veloz”. Y todos me preguntan, pero y cómo fue qué... Ese es el trabajo que Dios me regaló, lo que me tocó. No me voy a comparar con Messi, pero hago buenos goles.

Pero esos goles (los de Messi y los tuyos) tienen mucho de construcción colectiva, de divertirse, de pasarla bien

-Es que la música es eso. A pesar de que a mí me han pasado cosas muy complicadas desde que nací, a partir de los 60 y pico años empecé a aprender a irme para adentro, estar conmigo. Me gusta mucho la palabra divinidad, y esta divinidad, esto que internamente te va pasando llevarlo a la expresión, llevarlo a la música es un paso más.

David Lebón | Fotógrafo: Matías Delacroix (@tutedelacroix)
David Lebón | Fotógrafo: Matías Delacroix (@tutedelacroix)

¿Cómo se armaron esas musicalidades y esos legados que están dentro tuyo y hoy hacen que seas quién sos?

Siempre han tratado de hacerme estudiar. De cuando era chiquito, mil veces, pero yo estaba demasiado apurado para eso. Iba a una escuela en los Estados Unidos donde había orquestas con timbales y cuerdas de todo tipo. Yo tocaba el contrabajo, pero no estudiaba, me copiaba del de al lado. Pero a veces él pifiaba y cuando él pifiaba yo también. Aunque yo pifiaba mejor que él (risas). Ahí fue que el profesor me dijo “vos vas a ser un gran músico, pero tenés que estudiar un poco”. Y yo le dije que sí iba a estudiar, pero mentira, no estudié nunca. No tengo ni idea de lo que es un fa, un quinto, nada. Confío en mí y en mis dedos que aprendieron a moverse y hacer cosas. Y con la música no se me complicó mucho porque tengo buena voluntad, no soy caprichoso. Me gusta mucho que a mi “yo creador” le guste también lo que hizo.

https://www.youtube.com/watch?v=_jgO3PDd29E

Además, sos parte de las bandas fundacionales de nuestra música popular, del rock argentino, y en la banda sonora de muchas vidas, eso también ayuda a que estés contento con lo que hacés

A mí a eso me encanta decirle divinidad porque cada granito de arena tiene un significado grande, es muy loco eso. Después de muchos años aprendiendo, mi maestro me dio cuatro técnicas para ir para adentro y entendí. De grande, estoy entendiendo cada vez más y eso me está callando un poco aquí (se señala la cabeza) Trato de no escuchar nada en lo posible, porque si la dejás a la mente que delire empieza toda la ansiedad: empezás a hacer planes, y a pensar “tengo problemas”, “como hago para llegar a fin de mes”, “qué voy a hacer para pagar”... Y eso te pone cada vez más problemas por delante. Yo soy del “mañana veremos” no me saquen la felicidad. No me la saquen porque ya lo intentaron y no pudieron. Me cagaron a trompadas, me picanearon, me hicieron de todo, pero no pudieron quebrarme.

Lo que hiciste en Herencia y lo que venís haciendo en vivo son canciones escuchadas y gustan, ¿qué te falta decir hoy?

No lo sé. Trato de repetir lo que siempre hago, que es tocar como si yo fuese un puente de corazón a corazón. Hacerle llegar la belleza de adentro, una lágrima por alguna canción como “Tema de Nayla”, que es mi hija la que se quemó (NdeR: A Nayla se le quemó el 60% de su cuerpo cuando tenía 2 años) y que Hugo Fattoruso grabó el piano y ella lo cantó (versión de Lebon&Co II, 2019). Y eso es lo que busco, tenemos como una mina de oro adentro. Yo encontré un pico y estoy como sacando para dar, y la gente me da, y me dan porque saben que yo lo voy a recibir. También soy fiaca, ya estoy viejito. Para mí los  señores que tenían 70 años cuando yo era chiquito, eran abuelos. Y ahora yo también soy abuelo, de un montón, ¡tengo 9 nietos! (risas)

Mencionabas el “Tema de Nayla” y es que antes de Herencia hiciste dos discos de duetos (Lebon&Co 1 y 2 ) que te tenían fascinado desde la producción, la grabación y el resultado, ¿cómo elegís esos artistas que te acompañan?

Primero tenemos que querernos. Porque ahí también cada uno pudo aportar lo que quería y aportó lo mejor. Eso tiene que ver con lo que vos das. Pero no lo que das en material. Por ejemplo, yo jamás les daría ninguna de mis guitarras a mis hijos, como regalo. No se las daría a nadie. En realidad, sí, a una sola persona Dhani Ferron, que toca conmigo y también fue muy amigo de Luis (Alberto Spinetta), éramos amigos los tres. (piensa) En verdad, sí se las daría a todos, pero primero tengo que dejar de tocar, cosa que no creo que deje de hacer hasta que me muera.

¿Qué te brinda tocar?

No sé. Pero sé que hay mucho que se hace para llenar ese espacio vacío que uno lleva dentro. Y tiene que llenarse con cosas importantes, ahora me doy cuenta. Yo busqué, trabajé, y lo que me pasó con mi familia fue complicado. Se me murió un hijo (Tayda Lebón, hije trans de Lebón murió en 2021 en Nueva York) que lo amé con toda mi alma y lo extraño mucho. Pero gracias a lo que aprendí, no me dolió tanto porque él se tenía que ir. Y todos tenemos el ticket, lo que pasa es que nadie sabe cuándo y cómo. Y él está conmigo, está acá (se toca el pecho). Igual que Luis, igual que Pappo, igual que Moro, igual que Beto Satragni. Te puedo nombrar un montón. Todos están acá, cuando los llamo están. O sea, cuando cierro los ojos me pasan cosas increíbles. A veces cierro los ojos y pienso en no sé quién, y me pongo a llorar. 

¿Cómo pudiste descubrir esa música como destino?

Mi vieja escuchaba muy buena música. Los Plateros, Bill Haley y los cometas, Frank Sinatra. Madame Butterfly de la obra, no sólo tangos y folklore. Y ella cantaba muy bien, pero como fumaba mucho, no se animó a largarse como cantante. Y ella estuvo en la Segunda Guerra Mundial, pasó cosas muy fuertes, fue torturada pero siempre me transmitió alegría y amor.

¿Y en el escenario también te sentís acompañados por ellos?

El escenario es mi nave. Antes de pisarlo me agarran ganas de vomitar. Me pongo muy nervioso. Pero lo piso, miro a la gente y ya está. O sea, la cabeza desaparece. No me habla más, se calla porque no hay nada más que pensar. Hace unas semanas fui a tocar en una feria y había un chico de 11 años que me decía “te quiero mucho David”. Y yo cantaba y él lloraba. Cuando terminé pedí que lo traigan donde yo estaba y le dije “te amo con toda mi alma, te quiero más que todos los que están ahí”. Yo sé que si puedo lograr eso, es lo que yo quiero hacer con la gente. No soy ni cura, ni maestro, ni nada, soy un simple ser humano que entendió algo importante.

Y que tenés la música como herramienta...

Sí, soy un músico, pero soy un simple ser humano. Todo me ayudó. Siempre digo en broma que le agradezco a Dios ser músico porque si no no sé qué hubiera hecho. ¡No sé hacer nada!

David Lebón se presenta el sábado 4 de mayo a las 21 en el Movistar Arena, Humboldt 450. El precio de las entradas es desde 19 mil pesos y se pueden comprar en la web del estadio: https://www.movistararena.com.ar/

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