De la poesía a la canción: La historia detrás de 'Alfonsina y el Mar' de Mercedes Sosa

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En el aniversario del cumpleaños de Alfonsina Storni, exploramos cómo la colaboración entre “La Negra”, Ariel Ramírez y Félix Luna dio lugar a una obra maestra que sigue emocionando a generaciones.

"¿Qué poemas nuevos fuiste a buscar?", pregunta la voz de Mercedes Sosa a través de los versos de "Alfonsina y el Mar". En el gran repertorio del folclore argentino, pocas canciones tienen la capacidad de tocar el alma con la misma intensidad. Esta obra maestra, con letra de Félix Luna y música de Ariel Ramírez, no solo rinde homenaje a la poetisa Alfonsina Storni, sino que también narra la historia de dolor y lucha, llevada al límite por la desesperación.

Para entender la resonancia de la canción, es necesario explorar tanto su creación como la vida de la mujer que la inspiró…

1969, el comienzo

La creación de "Alfonsina y el Mar" se sitúa en 1969, dentro del marco del álbum conceptual "Mujeres Argentinas", un proyecto que reunía a Sosa, Ramírez y Luna. El disco, producido bajo el sello Philips, buscaba rendir homenaje a diversas mujeres que habían dejado una marca indeleble en la historia argentina. Entre ellas, la figura de Storni se destacó por su trágica y poética vida.

Luna, el letrista, y Ramírez, el compositor, encontraron en la historia de Alfonsina una fuente de inspiración. La canción debía capturar la esencia de su vida y su muerte, en un equilibrio delicado entre la dulzura de su poesía y la amargura de su final. Luna se encargó de transformar los últimos momentos de Storni en versos que, con la música de Ramírez, adquirieron una fuerte dimensión emocional.

"La Negra" interpretó la canción con una intensidad que hizo justicia tanto a la letra como a la música. Su voz, cargada de sentimiento y profundidad, añadió una capa de autenticidad y dolor que convirtió al tema en un himno nacional.

La estructura poética y musical

Es una zamba lenta, aunque se permiten algunas licencias estructurales que le otorgan originalidad. La canción inicia con una imagen poética poderosa:

"Por la blanda arena que lame el mar, su pequeña huella no vuelve más. Un sendero solo de pena y silencio llegó hasta el agua profunda”

Versos que, de una delicadeza casi tangible, describen el último camino de Alfonsina hacia el mar, simbolizando su entrega a las aguas como una liberación final.

La vida de Alfonsina Storni

Alfonsina nació el 29 de mayo de 1892 en Sala Capriasca, Suiza. A los cuatro años, su familia emigró a Argentina, instalándose primero en San Juan y luego en Rosario. Desde muy joven, Alfonsina mostró una inclinación hacia las artes, aunque su camino hacia la literatura no fue sencillo. Trabajó en diversos oficios para ayudar a su familia y, eventualmente, se unió a una compañía teatral como actriz sustituta. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que su verdadera vocación era la escritura.

En 1916, publicó su primer libro de poemas, "La inquietud del rosal", marcando el inicio de una carrera literaria que la consagraría como una de las voces más importantes de la poesía hispanoamericana. Su obra, inicialmente marcada por un tono romántico, evolucionó hacia una crítica feroz y apasionada de la opresión de género y la búsqueda de la identidad femenina. Alfonsina no solo fue una poetisa talentosa, sino también una pionera en abordar temas que eran tabú en su época.

A pesar de su éxito literario, la vida personal de Alfonsina estuvo llena de dificultades. Fue madre soltera en una época en la que la sociedad era extremadamente conservadora y prejuiciosa. Sin embargo, su amor por su hijo Alejandro y su dedicación a la poesía le dieron la fuerza para seguir adelante.

El final

En 1935, Alfonsina fue diagnosticada con cáncer de mama, una enfermedad que, a pesar de una operación, afectó profundamente su estado emocional. La depresión y el dolor físico se intensificaron, llevándola a considerar el suicidio como una salida. En octubre de 1938, decidió viajar a Mar del Plata, donde se hospedó en un hotel y escribió su último poema, "Voy a dormir".

El 25 de octubre de 1938, Alfonsina se dirigió al mar y se arrojó desde una escollera. Su cuerpo fue encontrado al día siguiente, flotando en las aguas frente a la playa La Perla. La narrativa popular ha embellecido su trágico final con la imagen poética de caminar lentamente hacia el mar, aunque la hipótesis más aceptada es que se lanzó desde la escollera del Club Argentino de Mujeres, ya que uno de sus zapatos fue encontrado allí.

Desde su lanzamiento, fue versionada por numerosos artistas de diferentes géneros y sigue siendo una pieza central del repertorio musical latinoamericano. La influencia es vasta. Ha sido interpretada por más de 50 artistas y aparece en más de 100 álbumes recopilatorios. En este día especial, celebramos no solo a la poetisa, sino también a la canción que la perpetúa en la memoria colectiva, recordándonos la belleza y el dolor de su vida.

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