Los artistas cerraron un ciclo de 34 shows con localidades agotadas, marcando un récord histórico en la música argentina.
En el corazón de Buenos Aires, el Luna Park fue testigo de un suceso histórico. Durante 34 noches, dos de los artistas más queridos de Argentina, Luciano Pereyra y Abel Pintos, se unieron para ofrecer un espectáculo diferente a lo antes visto en la ciudad porteña. Bajo el nombre "Es Ahora", los cantantes ofrecieron un ciclo de shows que no solo marcó un récord absoluto en la trayectoria de ambos músicos, sino que también fue un canto de despedida para el mítico estadio, que cierra sus puertas tras 92 años de historia para ser remodelado.
En una noche cargada de emociones, el domingo 29 de diciembre de 2024, Luciano y Abel culminaron este ciclo frente a un público de más de 7.000 personas. El evento celebró el fenómeno en el que se convirtió la unión de estos dos referentes de la música nacional: desde el 9 de noviembre hasta su cierre a fines de diciembre, ofrecieron 34 funciones completamente agotadas, vendiendo un total de 219.643 tickets. Un logro que ningún otro artista argentino había alcanzado antes en este formato, consolidando así su lugar en la historia del espectáculo nacional.
La química detrás del éxito..
Luciano y Abel, quienes comparten años de amistad y admiración mutua, encontraron el momento exacto para cristalizar un sueño: unir sus talentos en una propuesta conjunta. Este proyecto comenzó con el lanzamiento de "Es Ahora", una canción compuesta junto al productor Rodolfo Lugo, que rápidamente cautivó a sus seguidores. Pero la verdadera sorpresa llegó con el anuncio del ciclo de conciertos en el Luna Park.
Cada noche, el escenario 360 y una puesta en escena imponente se convirtieron en el marco perfecto para un espectáculo de más de dos horas. Los artistas compartieron a dúo un recorrido por los éxitos más icónicos de sus respectivas trayectorias, interpretando temas como "Y así y así", "Motivos", "De solo vivir", "Qué suerte tiene él" y "La llave". La apertura de cada show, con la canción "Es Ahora", marcó el tono emocional de una experiencia inolvidable para todo quien que fue partícipe.
Además de su éxito artístico, el ciclo destacó por su dimensión solidaria. Los artistas donaron 10.000 entradas a la Cooperadora del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, contribuyendo a la remodelación del pabellón más antiguo del hospital.
La trascendencia del evento quedó plasmada en el reconocimiento otorgado por las autoridades del Luna Park, que destacaron tanto el récord de presentaciones como el honor de ser los últimos artistas en pisar este escenario antes de su remodelación. En palabras de Marcelo González, presidente de Plan Divino y productor general del ciclo: "Esto no hubiese sido posible sin el esfuerzo y la dedicación de cada integrante del equipo. Nos sentimos orgullosos de haber vivido juntos este momento histórico".
Un cierre para la historia
El final del ciclo fue tan emotivo como grandioso. Minutos antes de la última función, los artistas se reunieron con más de 100 integrantes del staff para inmortalizar el momento en una fotografía tomada en una de las icónicas tribunas del estadio. En ese instante, el Luna Park no solo fue un escenario, sino un símbolo de la unión, el esfuerzo colectivo y la celebración del arte.
Para Pereyra, "Es Ahora" representó un capítulo mágico en su carrera: "Dios y la música me siguen regalando momentos mágicos. Una alegría compartida es el doble de la alegría". Por su parte, Pintos expresó: "Existen sueños que uno ni siquiera se atrevió a soñar alguna vez, pero que, cuando se develan, advertimos que siempre estuvieron ahí".
“Una alegría compartida es el doble de la alegría”, asegura Luciano.
Así, "Es Ahora" cerró con broche de oro una etapa irrepetible para Luciano Pereyra, Abel Pintos y el mítico Luna Park. Un ciclo de 34 noches que quedará grabado para siempre en la memoria de la música argentina, marcando el fin de una era y el inicio de nuevos sueños para estos artistas y para el emblemático estadio.