La discusión sobre cuál es la canción más grande de The Beatles es eterna, un debate sin fin. Sin embargo, entre la vasta discografía de la banda, hay algunas melodías que los fans suelen señalar como sus favoritas. Una de ellas es "Hey Jude".

La balada está vinculada a la vida personal de uno de los integrantes de la banda: John Lennon. Las primeras palabras de la letra nacieron en junio de ese mismo año, cuando Paul McCartney se dirigía con su auto hacia Surrey para visitar a Cynthia, la ex esposa de Lennon, y a Julian, el hijo de ambos, tras la reciente separación de la pareja. Originalmente, fue titulada “Hey Jules”, pero terminaron cambiando el nombre a “Hey Jude”, porque según el músico “sonaba mejor”.

Los Fab Four grabaron el tema en dos estudios diferentes: Abbey Road y Trident Studios. En Abbey Road, grabaron la primera parte, un 31 de julio de 1968, con McCartney al piano, Harrison en la guitarra eléctrica, Lennon en la acústica y Starr en la batería y pandereta. Luego se trasladaron a Trident Studios para aprovechar las grabadoras de ocho pistas, lo que permitió una producción más compleja. Se unieron 36 músicos clásicos, agregando una orquestación grandiosa que elevó la canción a nuevas alturas.

La ambigüedad de la letra dio lugar a numerosas teorías sobre el destinatario de la canción. John, por ejemplo, pensó que McCartney la había escrito pensando en él, teniendo en cuenta el contexto de su divorcio y su nueva relación con Yoko Ono. No fue hasta 1987 que Paul le aseguró a Julian que estaba pensando en él cuando escribió la letra. De hecho, la relación entre ambos siempre ha sido muy buena durante muchos años, y el propio hijo de Lennon aseguró que, en muchas ocasiones, se sentía más cercano a Paul que a su propio padre.

La influencia cultural de "Hey Jude"

"Hey Jude" fue un éxito inmediato. Alcanzó el número uno en las listas de éxitos de más de una docena de países, incluyendo el Billboard Hot 100 en Estados Unidos, donde se mantuvo en el primer lugar durante nueve semanas consecutivas, un récord para The Beatles en ese momento. Vendió más de cinco millones de copias en sus primeros seis meses, consolidándose como uno de los sencillos más vendidos de la banda.

La canción no solo tuvo un impacto comercial, sino también cultural. La canción se convirtió en un himno de la paz y el amor en un momento de gran agitación social y política. Durante la década de 1970, la canción fue adoptada por movimientos de protesta y campañas por los derechos civiles, gracias a su mensaje de esperanza y resistencia. En la década de 1980, se convirtió en un símbolo de nostalgia y unidad, especialmente entre los fanáticos de los Beatles que lamentaban la disolución de la banda.

Otro aspecto llamativo del tema es su vinculación con el deporte. No es de extrañar que se haya entonado en muchos campos de fútbol, pues su letra evocadora de la felicidad y su coro emblemático resuenan con gran fuerza en los grandes espacios abarrotados de personas. Además, se convirtió en uno de los himnos del Manchester City, ya que sus fans acostumbran a cantar la canción. El motivo por el que esta afición se adueñó de esta obra de los Beatles es que el año del lanzamiento coincidió con la consecución del segundo título de liga del equipo.

Desde su arranque con un sencillo arreglo de piano, voz y guitarra acústica hasta su impresionante final orquestal, "Hey Jude" se destaca como una de las composiciones que mejor encapsulan la esencia de la banda.