En el marco del Vida Mía Tour, el artista uruguayo regresa a Argentina para conmemorar su trayectoria musical.
Lucas Sugo desembarca en Buenos Aires para llenar de música y baile la emblemática Avenida Corrientes. El próximo 21 de septiembre, el cantante uruguayo, ícono del folclore y la música tropical, celebrará junto a sus seguidores porteños sus 30 años de carrera en un show que promete un recorrido por sus mayores éxitos. Conocido por su carisma y cercanía con el público, el compositor regresa a la ciudad que lo ha recibido con los brazos abiertos en numerosas ocasiones, para vivir lo que él mismo define como un “sueño compartido” junto a sus fanáticos argentinos.
¿Cuál considerás que es el aspecto más gratificante de tu carrera como artista?
Para mí, lo más hermoso es vivir el arte en su totalidad. Claro, la conexión en el escenario es algo especial, pero también hay magia en el proceso previo y en el "post" del show. Todo este viaje, desde la preparación hasta el momento en que subes al escenario y luego te encuentras con el público, es una experiencia que disfruto profundamente. Es como si cada etapa del camino tuviera su propio encanto. Me encanta vivir todo esto, porque para mí, el arte es vida.
¿Qué podés adelantarnos sobre el espectáculo del 21 de septiembre?
Este show será una mezcla especial de lo clásico y lo nuevo. Estamos incorporando canciones que han sido fundamentales en mi carrera, como "Cinco minutos y nada más", junto con temas que siempre he querido interpretar. Además, haremos un tributo a Gilda, que es un acto muy significativo para mí, ya que cada año dedico un momento a rendir homenaje a artistas que han influido en mi música. También presentaremos algunas canciones inéditas. La idea es ofrecer un espectáculo variado y emotivo que toque el corazón del público.
¿Cómo estás viviendo la preparación para el show y qué significa para vos este evento en particular?
La preparación está siendo emocionante y motivadora. En particular, la posibilidad de presentarnos en el Gran Rex es algo que me llena de entusiasmo. Es un escenario emblemático, no solo para los argentinos, sino para toda la región. La responsabilidad que implica es grande, pero también es una gran motivación. Sabemos que el show tiene un buen rodaje y la interacción con el público ha sido muy positiva. Estamos trabajando para que todo esté perfecto para el 21 en el Rex, para que el público lo disfrute al máximo.
Hablando de emociones, después de 30 años, ¿te seguís poniendo nervioso antes de subir al escenario?
Sí, definitivamente. Es algo que no quiero perder. Las mariposas en el estómago antes de subir al escenario son una parte esencial de la experiencia. Si algún día desaparecen, me preguntaría qué ha pasado con mi pasión. Todo lo que he logrado, desde los inicios humildes hasta ahora, ha sido impulsado por ese sueño inicial de conectar con la gente a través de la música. Cada show, cada experiencia es un recordatorio de ese sueño.
Mirando hacia atrás en tu carrera, ¿cómo influyó tu viaje desde el interior de Uruguay en tu perspectiva sobre el éxito y la perseverancia?
Es increíble pensar en todo lo que ha pasado en estos años. Ha sido un viaje lleno de desafíos y logros. Lo que más valoro es que, a pesar de las dificultades, he aprendido a apreciar cada momento. Cuando algo te cuesta mucho, lo valoras más. Mi viaje desde el interior de Uruguay, desde un entorno muy modesto, ha sido una prueba constante, pero también una gran lección de perseverancia. Mirar hacia atrás y ver todo lo que hemos logrado me llena de orgullo y gratitud. Aprecio profundamente a quienes han estado conmigo en el camino, desde mi familia hasta los amigos que siguen siendo una parte importante de mi vida.
¿Cómo manejaste la frustración y la sensación de que tus sueños estaban fuera de tu alcance?
Durante mi adolescencia, la frustración y la sensación de que mis sueños estaban fuera de mi alcance se intensificaron, especialmente debido a la sensibilidad que caracteriza a quienes nos dedicamos al arte. En esos momentos, la clave fue mantener una conversación constante con mi fe, que me brindó apoyo y claridad. Entendí que la motivación por sí sola no es suficiente; debe ir acompañada de disciplina. Cada día, me esfuerzo por mejorar en aspectos como el canto y la guitarra, no con el objetivo de ser el mejor del mundo, sino de ser una versión mejor de mí mismo en comparación con el día anterior.
¿Hubo alguna decisión clave que haya cambiado tu trayectoria?
Sí, hubo una decisión que marcó un punto de inflexión en mi carrera. Cuando mi carrera comenzó a tomar vuelo, mi empresario me sugirió mudarme a Montevideo, la capital, para facilitar la logística y los shows. Sin embargo, decidí quedarme en el campo, en el norte de Uruguay. Esta decisión ha implicado un gran desgaste físico, ya que cada viaje a Montevideo significa re` correr 500 kilómetros de ida y 500 de vuelta. Es un esfuerzo considerable, pero me mantiene conectado con mis raíces, con el lugar donde crecí, y eso es esencial para mí.
Aunque mi carrera me lleva a escenarios grandes y a momentos de gran éxito, necesito esos momentos de conexión con mi hogar. Después de vivir experiencias grandiosas, nada se compara con sentarme al sol, comer una naranja, y disfrutar de la simplicidad de mi vida en el campo con mis perros y el olor a tierra. Es ahí donde encuentro la verdadera felicidad y el equilibrio. Para mantener mi estabilidad emocional y no perderme en el glamour del espectáculo, me aferro a mis tradiciones, costumbres y a mi tierra. Es como recargar las pilas de mi corazón para seguir persiguiendo mis sueños.
Si pudieras darle un consejo a ese Lucas que recién empezaba, ¿qué le dirías?
Le diría algo como esto: "Llora todo lo que necesites llorar, está bien que te sientas frustrado y que expreses esa rabia. No te guardes la rebeldía que lleva tu corazón; es natural cuestionar por qué las cosas parecen tan injustas a veces. Sigue adelante, sigue luchando. Aunque enfrentes muchas piedras en el camino, te aseguro que valdrá la pena al final".
Por último, si tuvieras que describir esta gira con una sola palabra, ¿cuál sería?
Si puedo usar más de una palabra, diría "Sueño compartido". Comencé a construir una base de seguidores en países vecinos, como Corrientes y Entre Ríos, y ahora estoy viendo cómo esos seguidores vienen a ver mis shows en lugares como Calle Corrientes. Esto no es solo un sueño para mí, sino para todas esas personas que me han apoyado y que siguen mi música. Es un sueño que estamos viviendo juntos, y eso es muy especial para mí.