El príncipe de la bachata lanzó su séptimo álbum de estudio y confiesa que es un material muy personal
Han pasado muchas cosas en la vida de Prince Royce desde su último álbum de estudio, Alter Ego (2020). Luego que la pandemia frustró sus planes de promoción y gira de ese disco, el astro de la bachata atravesó el divorcio de su esposa en 2022 tras 12 años de relación. Ahora, podría decirse que el artista presenta su trabajo más personal hasta la fecha en Llamada Perdida, su séptimo álbum de estudio, lanzado el viernes (16 de febrero) bajo Sony Music Latin/Smiling Prince Music.
“Creo que a nivel de composición es muy personal; como que traté de no pensar demasiado, divertirme, agregar personalidad”, dijo el astro de la bachata a Billboard Español en una entrevista en Nueva York, confesando que lo más difícil no fue poner en papel sus sentimientos, sino decidir hacerlos públicos y compartirlos con sus fans.
“Yo soy una persona que soy como que tímido, no me gusta que la gente sepa que estoy sufriendo, que estoy llorando. Me gusta como que pintar todo bonito por fuera, no para ser falso, pero nadie quiere que te vean vulnerable”, explicó. “Pero ¿sabes qué? Creo que la música es una forma […] de desahogo. Lo bonito de la música es que al final el público no sabe si es ficción o no-ficción. Puede ser un poquito de verdad, un poquito de mentira, una fusión de muchas cosas. Creo que eso me da la oportunidad de desahogarme, de hablar de una forma u otra”.
https://youtu.be/0po9nWDTbsc
Con 23 tracks (22 canciones y un “skit”) principalmente de bachata, pero también fusiones con uptempo/disco, regional mexicano, merengue, urbano y más, Llamada Perdida — producido en su mayoría por Royce y D’lesly “Dice” Lora — es “una celebración de la superación de los obstáculos, especialmente en el amor, [que] representa el final de un capítulo de la vida así como la aceptación de un nuevo comienzo”, como describe un comunicado.
Más allá de eso, es una fascinante montaña rusa de emociones: es desgarradora en “Un papel” y “Frío en el infierno”, que abordan el dolor de la separación y dejar ir al ser amado, respectivamente; divertida en “Los lambones”, y esperanzadora en “La vida te hace fuerte”. E incluye una lista larga y ecléctica de colaboradores: Hay estrellas latinas establecidas y emergentes como Nicky Jam y Jay Wheeler (“Si te preguntan…”), Maria Becerra (“Te espero”, con un sorpresivo sample de “(I Just) Died in Your Arms Tonight” de Cutting Crew), y Gabito Ballesteros (“Cosas de la peda”). Pero también otras menos predecibles, como el rapero neoyorquino A Boogie wit da Hoodie (“Boogie Chata”) y los dominicanos Ala Jaza (“Sufro”) y Luis Miguel del Amargue (“Anestesiada”).
“Creo que el concepto en general del disco es la forma de comunicación”, dice Royce al explicar por qué escogió el título Llamada Perdida. “Si tomas la llamada, [con] esa decisión algo puede pasar. Si no la tomas. Si dices algo; si no lo dices. Si mandas un texto borracho; si no lo mandas”.
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Una llamada perdida cuantas cosas dice , ¿no?
Así es, creo que no te contesten y el tú también no contestar una llamada es un concepto que viene de decisiones en la vida, de tomar una llamada, no tomarla, de decir o no decir algo, creo que es más difícil no decir algo y mantenerte en silencio... De ahí viene el concepto del disco que es muy personal. Este disco lo grabé en un momento muy raro y muy difícil en mi vida, después de COVID, de cuarentena, de una separación y creo que fue como un desahogo para mí, fue una terapia este disco, así que estoy feliz de que finalmente salga a la luz, de compartirlo con mis fans.
23 canciones es un montón, nunca habías hecho un disco con tantas canciones...
Siempre digo que voy a hacer un disco más corto y después, no sé por qué, hago un disco con muchas canciones, tengo mucho que decir.
¿Escribís en papel?
Con el teléfono, porque mi caligrafía no es tan bonita, mi mamá dice que escribo como un doctor.
Entre las canciones del álbum se encuentra "No Te Vayas", ¿A quién se lo decís en tu caso?
Todos tenemos una persona que no queremos que se vaya, mis padres por ejemplo.
Tenés varias colaboraciones totalmente diferentes, ¿Cómo fue tu selección para que quede bien también con tu sonido y la exigencia que vos tenés?
Creo que para mí era fusionar diferentes géneros dentro de la bachata y también traer diferentes países. Por ejemplo, lo de María Becerra era colaborar con la Argentina, quiero hacer más colaboraciones con Latinoamérica… Con Paloma Mami, por ejemplo, yo estaba en Chile y surgió. Disfruto de verdad fusionar países y géneros, como hice antes con “Incondicional” y el mariachi, lo canté con John Sebastian en Los Grammys y también con Roberto Tapia y Gerardo Ortiz. Entonces creo que yo me divierto con eso, con las fusiones, con ver gente que no canta bachata, cantar bachata.
Desde la sonoridad volvés a incorporar violines… Son tu esencia, ese romanticismo que marca también tu voz, ¿no? Entonces, ¿cómo fue acomodarlos a lo que fueron las composiciones y a las colaboraciones?
Llevar a cabo una colaboración es difícil, muchas veces por las agendas, porque hay que hacer videos musicales o ir a un concierto a cantarlos juntos, pero como dije, me apasiona esto de las fusiones. Realmente me encanta el trabajo, trato de siempre superar lo que hice, sorprender a la gente, hacer algo diferente, entonces sí, me encanta la música real, hay violines reales, tocado por 14 músicos en una cabina, todo tocado por la mano de una persona, ¿me entiendes? Hoy en día se ha perdido un poquito eso, y yo disfruto de ver ese proceso de los músicos en vivo.
¿Sos una persona que se deja llevar por la corriente o tratás de navegar en contra?
Yo creo que a este punto voy en contra de la corriente un poquito, así me siento. Yo siempre trato de tener mi esencia y eso a veces afecta con lo que está de moda hoy en día. Uno a veces dice: ''debería cambiar mi estilo o quién soy por lo que está pasando en la moda''.
Y sí, muchas veces uno está contra la corriente, desde que empecé mi carrera siempre traté de ser diferente con mi bachata, hacer cosas diferentes. La música es una industria difícil y la mayoría de las veces uno está contra la corriente.
¿Lograste matar el sentimiento alguna vez?
A veces sí, a veces no. A veces uno, quizás, piensa que mató el sentimiento y quizás el sentimiento nunca murió. Creo que la vida es rara, uno lo que puede hacer es vivir día a día, mantenerse firme con lo que uno piensa, lo que uno quiere y ser feliz.
Para un buen momento de amor, ¿la “Champaña”?
Si, todo lo que tenga que ver con alcohol me encanta en un momento de amor.
Nos debes una visita a Argentina, hace tiempo que no venís...
Creo que voy de seguro este año, no sé a qué pero voy.
Estás preparando toda una movida súper buena con lo que es Llamada Perdida con fans, te pueden llamar, ¿las vas a atender?
Sí, me están llamando a todas horas. A veces respondo o a veces las dejo perdidas.
Siete álbumes, Royce, el tiempo pasó deprisa, ¿no?
¡Siete de buena suerte! Uno se acostumbra, pero a veces no puedo creer que estoy viviendo la vida que siempre soñé, ¿me entiendes? Entonces, me siento muy agradecido.
Es muy inmenso este álbum, es propio, no tiene ego, tiene sentimiento. ¿Ese es el camino que pensaste?
Sí, y creo que con esto me doy cuenta de lo que he crecido acompañado de la gente, he madurado delante de la televisión y logre ese crecimiento en mi música.
¿Cuál es hoy tu búsqueda?
Busco lo que siempre busqué, el poder conectar con la gente, crecer como persona y como artista, llegar a lugares que no he llegado antes y seguir con mi público, que creo que ha crecido conmigo también. Es lo que busco, creo que con cada disco y con cada presentación, que la gente esté conmigo hasta el final.