Superó las fronteras del género con éxitos como "Una Cerveza" y "Mentirosa", conquistando tanto al público local como al de Europa, Estados Unidos y Australia.
La cumbia argentina encontró en Ráfaga una de sus máximas representaciones. Desde su formación en 1996, la banda ha marcado la música latina, llevando al género a rincones del mundo donde su presencia era prácticamente desconocida. Nació en una época en la que la cumbia villera dominaba el panorama musical argentino. Este subgénero, conocido por sus letras que reflejan la dura realidad social y económica de los barrios marginales, capturó el pulso de una generación. Sin embargo, Ráfaga optó por un camino diferente: un sonido más melódico y bailable que buscaba unir en lugar de dividir.
Su primer álbum, Soplando fuerte, lanzado en 1996, fue un soplo de aire fresco en un paisaje musical saturado. Con canciones como "Pensando en Ti", el grupo no sólo conquistó los corazones de los argentinos, sino que comenzó a trazar un camino hacia la internacionalización de la cumbia. Ariel Puchetta (voz), Raul “Richard” Rosales (guitarra), Ulises Piñeyro (güiro), Juan Carlos “Coco” Fusco (bajo), Marcelo “Pollo” Rodríguez (congas) y Omar Morel (batería) comenzaron a tocar en clubes y festivales locales, estableciendo una sólida base de seguidores. Su estilo fresco y contagioso pronto los llevó a escenarios más grandes y a una mayor exposición mediática.
A lo largo de sus 28 años de carrera, la agrupación fue testigo de una evolución constante y se adaptó a los cambios en la industria musical manteniendo su esencia cumbiera. Acumuló una impresionante colección de éxitos, incluyendo temas como "Ráfaga de Amor", "La Luna y Tú", y "Una Cerveza". La fusión de ritmos bailables con letras emotivas permitió que su música siga siendo relevante, incluso, en un paisaje musical en constante cambio.
En la década de 2000, Ráfaga expandió su influencia global con giras por Europa, Estados Unidos y Australia, llevando la cumbia a nuevos horizontes. La banda mostró una notable capacidad para conectar con audiencias de diversas culturas y cimentó su rol como embajadores de la cumbia en festivales internacionales, como el "Milano Latin Festival 2019". Su participación en eventos de gran magnitud y su colaboración en escenarios con figuras mundiales resultaron en una recepción cálida tanto del público como de la crítica.
Una de las claves del éxito duradero de Ráfaga radica en su capacidad para reinventarse y colaborar con artistas de diversos géneros. A lo largo de su carrera, la banda unió fuerzas con músicos de diferentes estilos, creando mezclas innovadoras que ampliaron su alcance y relevancia. La colaboración con María Becerra en "Mentirosa Remix" ejemplifica esta estrategiavque logró más de 49 millones de vistas en YouTube y una permanencia de más de cinco meses en el Top 50 de videos musicales más populares.
Otras colaboraciones notables incluyen "Caramelo de Limón" con Ricky Maravilla, "Adiós" con María Becerra, "Llore" con Robleis, "Una Ráfaga de Amor" junto a Lil Cake, “Si Tú la Ves” con Mya, y “Todo Comenzó Bailando” con Emanero y Marama. Cada una de estas asociaciones aportó una nueva dimensión a su música, atrayendo a diferentes audiencias y manteniendo a la banda en el centro de la conversación musical.
El reconocimiento internacional de Ráfaga también se traduce en una serie de premios y distinciones a lo largo de los años. La banda cuenta con discos de oro y platino y recibió elogios por su contribución a la música latina en numerosos eventos y ceremonias de premiación. Sus giras por Europa y América, -incluyendo recientes actuaciones en Fuerteventura, Islas Canarias, y Rumania- demuestran que la banda sigue siendo relevante y apreciada por el público global.
Tras la participación en el “We Love Music Festival 2024” en Râmnicu Vâlcea, Rumania, la prensa local calificó la actuación como un verdadero espectáculo y el público los recibió con entusiasmo, disfrutando de clásicos como "Mentirosa", "La Luna y Tú", y "Una Cerveza". Este tipo de reconocimiento refuerza la posición de Ráfaga como una de las bandas más queridas y respetadas en la escena musical mundial.
Mecano diría “7 de septiembre es nuestro aniversario”...
Ariel Puchetta: Sí, el 7 de septiembre. Ese día marcamos como nuestro aniversario porque fue el primer show en vivo de Ráfaga. Aunque habíamos empezado un poco antes, haciendo promociones y moviéndonos en el ambiente, consideramos ese día como un momento clave. Fue una presentación un tanto caótica, nos faltaban instrumentos y todo fue un poco improvisado, pero muy especial a la vez. Además, tiene un tinte triste, porque coincidió con el fallecimiento de Gilda, así que todo está muy presente en nuestra memoria.
¿Podríamos decir que Ráfaga es una “promesa de amor” que perdura en el tiempo?
Ariel Puchetta: Hoy, después de tantos años de trayectoria, creo que sí. Hemos superado lo que en los noventa parecía una moda, con el pelo largo y los trajes, cuando había muchas bandas con esa imagen. Hoy nos hemos convertido en un clásico, y eso es algo que valoramos mucho. Sin embargo, seguimos buscando más, queremos que nuestras nuevas canciones también conecten con el público, aunque alcanzar el éxito de las canciones que ya son importantes es todo un desafío. Constantemente proponemos cosas nuevas y en este tiempo hemos colaborado con varios artistas, lo cual ha sido una experiencia muy enriquecedora para celebrar estos 28 años.
¿Les impone o les da respeto que alguien los llame un clásico?
Ariel Puchetta: No, la verdad que no. Como dije antes, para mí, personalmente, es algo que me da placer. Cuando la gente en la calle o en los shows te recuerda con tanto cariño es muy gratificante. Todos cantan 'Mentirosa' como si hubiera salido ayer y esa canción es de finales del '99. Imagínate, que te consideren un clásico es algo importante. Pero, como mencioné antes, no nos quedamos ahí, seguimos buscando hacer más.
De hecho, fueron la primera agrupación de cumbia en hacer un crossover, no?
Ariel Puchetta: Sí. En su momento, cuando nos hablaban de crossover, ni sabíamos qué significaba, nosotros lo llamábamos colaboraciones. Venimos de barrios humildes y nuestro sueño era tocar en Buenos Aires. De repente, nos vimos tocando en toda la Argentina y luego en Estados Unidos. Ahí entendimos lo que era el crossover. Ráfaga pudo romper barreras, trabajamos mucho para lograrlo. La cumbia siempre estuvo asociada a las clases sociales más humildes, pero nosotros logramos trascender eso llegando a lugares como el Festival de Viña del Mar, España, Estados Unidos y varias partes de Europa. Así que sí, creo que fuimos importantes para el género a nivel crossover.
Hablemos un poco de Rumania, porque es increíble lo que pasa con ustedes allá. Hace 21 años que no iban.
Ariel Puchetta: La primera vez que fuimos a Rumania fue en 2003, y la verdad es que no teníamos idea de lo que nos esperaba. Pensábamos que íbamos a tocar para una colonia latina, como en otros lugares, pero cuando llegamos nos dimos cuenta de que Ráfaga era muy conocido. Nos hospedaron en el Marriot y todo era de un nivel que no esperábamos.
Raúl "Richard" Rosales: Sí, era como estar en un palacio. Hasta teníamos seguridad que nos seguía a todos lados, lo cual nos sorprendía porque no entendíamos lo que estaba pasando. Incluso teníamos un traductor en el escenario para animar al público, lo cual fue una experiencia muy surrealista.
Ulises Piñeyro: Nosotros veníamos de España y no sabíamos la magnitud del éxito que tenía Ráfaga en Rumania. Nadie nos había avisado, así que viajamos tranquilos, en bermudas y zapatillas, sin imaginar lo que nos esperaba. Cuando llegamos al aeropuerto, nos encontramos con un mundo de gente, periodistas y mucha seguridad que nos protegía. No entendíamos nada.
Ariel Puchetta: El día del show fue increíble. Veíamos llegar gente como en una inundación, no paraban de venir. Antes de salir al escenario, nos dijeron que había más de 100.000 personas esperándonos. Nos entró un poco de miedo, pero también mucha alegría. No era un festival con otros artistas, la gente estaba ahí solo para vernos a nosotros. Fue una experiencia única.
Ulises Piñeyro: El empresario que organizó el evento no podía creerlo, y hasta nos escribía en papeles la cantidad de gente que había, porque no lo entendíamos bien. Fue algo increíble.
Ariel Puchetta: Después de eso, Ráfaga volvió varias veces a Rumania, incluso grabaron un feat con una banda local. Para mí, fue la primera y única vez en ese momento, pero ahora volvimos en esta gira europea. A pesar de que han pasado 21 años y las generaciones han cambiado, Ráfaga sigue estando muy presente en la memoria de la gente allá, y eso fue un mimo al alma.
Y ahora con la familia unida, ¿todos viajaron?
Ariel Puchetta: Sí, esta vez viajamos en familia, mi mujer, mis hijos... Ellos ya tienen su vida en España, así que todo fue bastante frenético. Fue la primera gira que hicimos tan familiar. Mi hijo, por ejemplo, ahora no lo puedo bajar del escenario, ¡quiso venir hasta a esta entrevista!
¿Y ustedes son de juntarse mucho, como amigos? ¿Hacen sus asados y demás?
Ariel Puchetta: Sí, nos conocemos desde hace mucho tiempo, incluso antes de Ráfaga. Con Ulises, por ejemplo, nos conocimos cuando él tenía 12 o 13 años, yo soy un poquito mayor aunque no tanto (risas). Richard también y Coco era parte de una banda de barrio antes de unirse a Ráfaga. Nos conocemos desde que teníamos 18 años. Aunque no todo es color de rosa, hemos visto muchas bandas con grandes peleas y, aunque aquí discutimos a veces, siempre lo hacemos con respeto.
Juan Carlos “Coco” Fusco: Sí, tratamos de que no se noten los 'moretones' (risas). Pero, bueno, es parte de la convivencia y cuando nos juntamos siempre estamos, porque de eso se trata la amistad.
Ulises Piñeyro: Cuando estamos de gira es igual, nos juntamos en una habitación, charlamos de la vida, hacemos un poco de terapia y catarsis, nos contamos nuestros problemas. Estamos muy acostumbrados a estar juntos.
Están cerca de cumplir tres décadas juntos. ¿Podrían definir cada una de esas décadas en pocas palabras? ¿Qué momentos importantes recuerdan de cada una?
Ariel Puchetta: En mi caso, tengo una década menos con la banda, pero puedo hablar de mi experiencia. La primera etapa fue de constante sorpresa. Todo nos sorprendía, como por ejemplo, cuando fuimos a Rumania. Éramos muy jóvenes, y aunque vivimos momentos increíbles, tal vez no los disfrutamos tanto como lo hacemos hoy. Luego, cuando me fui de Ráfaga, verlo desde afuera me dio una perspectiva diferente. Ahora que volví, aporto esa visión en las reuniones, porque quiero lo mejor para la banda. La tercera etapa es mucho más relajada. Tenemos la libertad de elegir cómo trabajar, qué grabar y creo que ahora estamos en un momento de disfrute y madurez.
Raúl "Richard" Rosales: Para mí, la primera década fue la de sembrar, de soñar con lo que queríamos lograr. La segunda fue difícil, especialmente con la crisis del 2001 en Argentina. Nos enfocamos en mercados internacionales como Europa y Chile, ya que en Argentina y Brasil la situación era muy complicada. Fue como empezar de nuevo y seguir soñando. Creo que todo músico, no importa cuánto tiempo lleve, siempre tiene ese deseo de grabar algo nuevo y que su música sea escuchada. Con el regreso de Ariel, siento que recuperamos algo importante, como si un hermano mayor hubiera vuelto a casa. Ahora estamos cosechando lo que sembramos en esos primeros años.
Si tuvieran que definir a Ráfaga en pocas palabras…
Ariel Puchetta: Diría que es una banda de mucha lucha, siempre hemos peleado por mantenernos y seguir sonando. Todos tenemos sueños personales, pero siempre dentro de Ráfaga.
María Becerra fue clave para acercarlos a las nuevas generaciones, ¿cómo fue su participación con ustedes y qué significó el show en Lollapalooza?
Ariel Puchetta: Sí, María definitivamente nos ayudó a conectarnos con el público más joven. Sin embargo, creo que su aporte fue más visual que musical, porque la canción “Mentirosa” ya era conocida. Siempre le agradecemos por sumarse a un tema tan icónico.
También les ayudó mucho el fenómeno de TikTok, ¿cómo fue esa experiencia?
Ariel Puchetta: Lo de TikTok fue una locura porque no somos de esa era. Fue algo que se dio solo. Normalmente los artistas crean algo para que la gente lo replique, pero en nuestro caso nos empezaron a llegar videos que la gente hacía espontáneamente. ”Mentirosa” se volvió viral primero en Chile con un pasito que marcaban mucho, luego con las palmas y después se extendió a Japón, donde los bailarines subían coreografías. Aunque no soy muy fan de TikTok, me divierte mucho ver cómo nuestra música sigue conectando.
¿Cuál dirían que es la mayor lección que la música les ha dejado en todos estos años?
Ariel Puchetta: Creo que la lección más importante es que siempre hay que estudiar. Cuando empezamos, ninguno de nosotros había estudiado formalmente, y en mi caso, no había tomado clases de canto. Recuerdo que mi papá me decía 'andá a estudiar canto', y no le hice caso en ese momento. Pero cuando empecé a estudiar, me di cuenta de lo valioso que es.
Raul “Richard” Rosales: La música te enseña mucho más allá del escenario. Te enseña a compartir, a escuchar, a esperar tu momento. Es una lección de vida. Siempre les digo a los chicos que toquen un instrumento, no importa si llegan a ser profesionales o no. La música tiene un poder increíble, te enseña valores, te conecta con los demás. Es algo muy bonito, le recomiendo a todos los padres que motiven a sus hijos a tocar un instrumento. No importa cuál, porque la música es una expresión del alma.
Ariel Puchetta: Además, en Ráfaga siempre se destacó el talento de cada integrante en su instrumento. No es que solo yo, por ser el cantante, sea el más conocido. Hoy en día, la gente reconoce a casi todos los integrantes de Ráfaga, y cada uno tiene un rol importante en el escenario. Al final, todo lo que hacemos es para Ráfaga.