El vocalista habla sobre su conexión con el país y la importancia de su nuevo álbum.
“Siempre busco esas pequeñas sorpresas que alimentan la chispa creativa”, señala Fran Healy, líder y vocalista de Travis, quien se prepara para regresar a Argentina después de siete años de ausencia. El esperado reencuentro no solo evocará la nostalgia de los clásicos que marcaron una época, sino que también traerá consigo la emoción de las nuevas composiciones del álbum L.A. Times, su décimo trabajo de estudio, que celebra el paso del tiempo mientras mira hacia el futuro.
La relación de la banda con el país abarca más de 15 años y creció en intensidad con cada visita. Desde su debut en el Festival Yeah! en 2007, donde fueron recibidos con gran entusiasmo por los fanáticos locales, hasta su actuación en el Festival Planeta Terra en 2013 y su primer concierto en solitario en el Gran Rex en 2016.
¿Cómo se siente regresar a Buenos Aires después de tanto tiempo?
Es algo muy emocionante porque tengo algunos amigos allí. Mi amigo Gus, un gran amigo de hace años, vive en Argentina, así que podré verlo por primera vez en bastante tiempo. Además, tengo recuerdos increíbles de la vez que tocamos allí junto a The Killers; salimos al escenario con camisetas de fútbol de Argentina con nuestros nombres en la espalda. Fue una noche inolvidable, y el público fue fantástico.
¿Recuerdas algún momento especial de aquella noche en el escenario junto a The Killers en Argentina?
Fue un momento increíble. Recuerdo que llegamos al escenario desde el fondo del público, no por la entrada habitual, y caminamos entre la multitud, saludando a todos con nuestras manos. Llevábamos coloridas batas de boxeo, y luego, cuando nos las quitamos, teníamos puestas las camisetas de fútbol argentinas con nuestros nombres. La gente enloqueció. Aún recuerdo las expresiones de los integrantes de The Killers al costado del escenario; parecían pensar: “Ya ganaron la noche y ni siquiera han tocado una nota”.
¿Qué es lo que más te atrae de Argentina y de su escena musical?
Siento una conexión especial con Argentina siendo escocés. Al igual que ustedes, venimos de una cultura antigua, con una larga historia y tradiciones profundas. Eso se nota en su música, en la arquitectura, en el arte; hay una especie de sabiduría, de riqueza cultural que se percibe en todos lados en Argentina. Creo que eso nos conecta, tanto a nivel musical como espiritual, porque compartimos esa habilidad de disfrutar juntos. ¿Hay algún artista argentino que me recomendarías?
¿Conocés a Charly García? Deberías darle una oportunidad. Y si tuvieras que recomendarme un artista, ¿a quién me sugerirías?
No lo conozco. Lo estaré escuchando en el auto. Hay un artista llamado Mk.gee, tiene un estilo difícil de definir, pero sus canciones son hermosas y su voz es única. Es un excelente guitarrista y tiene un sonido que no se parece a nada de lo que he escuchado. Te recomiendo que veas sus videos en YouTube, son realmente especiales.
En cuanto a su próximo show en Argentina, presentarán L.A. Times. ¿Qué distingue a este álbum de los anteriores de Travis?
Me di cuenta hace años que no puedo escribir nada que no esté relacionado con lo que experimento en lo personal. L.A. Times es un álbum muy honesto, y refleja exactamente cómo me siento en este momento de mi vida. Cada canción es profundamente personal; aunque el sonido varíe, están todas conectadas por mi experiencia actual. Esto es algo que caracteriza cada álbum de Travis: un reflejo sincero de lo que sentimos en ese instante específico. Sin embargo, a diferencia de los anteriores, este álbum es especial porque yo también he cambiado; me siento distinto ahora comparado con hace cuatro años, y hace cuatro años antes de eso también era diferente. Ver cada álbum es como mirar fotos antiguas tuyas, donde te dices, 'oh, vaya'. Es curioso, porque aunque la esencia sea similar, hay un cambio, como cuando encuentras una foto tuya de 1991 y te detienes a contemplarla, recordando y pensando.
Después de todos estos años, ¿qué sigue sorprendiéndote al hacer música con Travis?
Lo que me sigue sorprendiendo es que aún puedo escribir una canción, encontrar una melodía que realmente valga la pena. Es difícil de explicar; es como si cada vez que compongo tuviera esos momentos de “Oh, Dios mío”, cuando surge algo especial de entre todo el proceso creativo. Aunque la mayoría del tiempo es solo tierra, lodo sin nada destacable, en el instante en que aparece ese pequeño destello, es una sensación increíble. Esa chispa, ese golpe de adrenalina, es lo que me impulsa a seguir creando sin querer parar.
¿Qué representa el éxito para Travis en este momento?
Eso cambia constantemente. Claro, me encantaría que más personas escucharan este álbum, porque realmente creo que es un gran trabajo. De hecho, hace poco volví a escucharlo y pensé: "¡Vaya, esto es realmente bueno!". Pero, al final, uno no puede controlar cuándo el arte encuentra a su audiencia. No puedes obsesionarte con recibir elogios o reconocimiento, porque esa no es la razón por la que lo hago. Para mí, se trata de expresarme, ya sea a través de una canción, un dibujo, algo que escribo o incluso una entrevista. Siempre estoy en busca de esas pequeñas sorpresas que mantienen viva la chispa creativa.
Si pudieras regresar a los primeros días de Travis, ¿qué consejo te darías?
No diría nada, absolutamente nada. Creo que cada experiencia me trajo hasta aquí, y no querría cambiarlo. No volvería atrás, ni por todo el dinero del mundo. No es que haya tenido una infancia terrible, fue buena, pero recuerdo esa impaciencia por crecer, por ser adulto y tomar mis propias decisiones. Así que no, no diría nada, porque eso podría cambiar mi camino, y me gusta dónde estoy ahora; aquí es un buen lugar para estar.
Si pudieras describir este momento con una canción de Travis, ¿cuál elegirías?
Diría que esta entrevista sería "Dear Diary".
¿Qué es lo más lindo que te dijeron sobre tu música?
No soy muy bueno recibiendo cumplidos, así que no los guardo en mi memoria. La cosa más hermosa que alguien me ha dicho... sinceramente, no lo sé, pero recuerdo un momento hace alrededor de un año en Nueva York, en un restaurante. Me había teñido el pelo de un naranja brillante y me sentía bastante cohibido. Resulta que había estado hablando mucho con mi abuelo, quien ya no está con nosotros. Ha pasado casi 30 años desde su muerte, pero lo tengo presente en mis pensamientos, así que conversar con él se ha convertido en una especie de oración para mí. En ese momento, me sentía inseguro.
No soy una persona muy segura; de hecho, soy bastante introvertido. A menudo aparento confianza, pero en el escenario, eso es más fácil porque todo está ensayado y la música es buena. Sin embargo, en la vida diaria, suelo ser inseguro. Entré a ese restaurante sintiéndome muy cohibido por mi pelo loco, y durante la cena, una mujer se acercó a nuestra mesa. Era una señora de unos 80 años, vestida con un abrigo y un sombrero, y estaba a punto de irse. Dejó una postal sobre la mesa y todos nos quedamos mirándola. Entonces, nos dijo: "Esto no es de mí; es de ella". Miramos hacia la puerta, y allí, en la esquina de la sala, estaba la otra señora, saludando mientras se retiraba. Al dar la vuelta a la postal, vi que estaba escrita con una letra que me recordó a la de mis abuelos. Fue muy extraño. Decía: "Tu pelo es hermoso", acompañada de una pequeña carita sonriente.