El 3 de enero de 1988 la cantante se presentó por primera y única vez en el país.
Hace exactamente un año, el mundo de la música perdía a una de sus más grandes leyendas: Tina Turner. La artista, conocida como la Reina del Rock & Roll, falleció el 24 de mayo de 2023, a los 83 años, en Suiza, donde residía desde hacía varios años. Hizo de todo. Lanzó una variedad de hits, actuó en películas, hizo comerciales, ganó varios Grammys, y como si fuera poco, llenó el Estadio Monumental de Buenos Aires en su única presentación en Argentina.
El 3 de enero de 1988, la cantante pisó suelo argentino por primera y única vez. Su concierto en el estadio, como parte de su gira «Break Every Rule Tour», fue un gran evento en el país. Ante una multitud de más de 70.000 personas, la artista ofreció un espectáculo que quedó grabado en la memoria colectiva de los argentinos.
El fervor por ver a Turner en vivo era demasiado notable. Las entradas se agotaron en pocas horas, demostrando el enorme impacto que la estrella tenía en el público local. Según reportes de la época, la expectativa era tan alta que se estima que más de 10.000 personas viajaron desde otras provincias y países vecinos para asistir al concierto
El concierto comenzó a las 21:00 horas, y desde el primer acorde, el estadio estalló en ovaciones. Turner abrió con "What You Get Is What You See", uno de los temas más icónicos de su carrera. A lo largo de la noche, interpretó una serie de éxitos que incluyeron "What’s Love Got to Do with It", "Typical Male", "Private Dancer", "Proud Mary", "We Don’t Need Another Hero" y "Paradise Is Here".
El espectáculo no solo fue memorable por su setlist, sino también por la energía de la compositora. A sus 48 años, demostraba una vitalidad que hipnotizó al público. Además de Turner, el concierto contó con la participación de los teloneros La KGB y Os Paralamas, quienes prepararon el escenario para la estrella principal.
Definitivamente, aquella noche marcó un antes y un después en la historia de los conciertos internacionales en el país. El verdadero poder de una verdadera estrella del rock.