
En su segunda presentación consecutiva en el estadio Luna Park de Buenos Aires, Abel Pintos volvió a conquistar a su público con un concierto cargado de emociones, nostalgia y energía. El cantante, uno de los más destacados de la escena musical argentina, sorprendió a su audiencia con un recorrido por su variado repertorio, incluyendo tanto clásicos de siempre como interpretaciones inéditas que cautivaron a su "familia abelera".
Desde el arranque con "Pájaro Cantor", el artista estableció la tónica especial de la noche. El estadio fue testigo de una extensa lista de 30 canciones, de un repertorio que combinó éxitos como "Espejo", "Motivos" y "Juntos".


El espectáculo destacó por su puesta en escena, con un diseño visual que complementó a la perfección la música. Juegos de luces, efectos visuales y una escenografía diseñada contribuyeron a crear una experiencia especial para el público, potenciando cada interpretación de Abel.
El artista demostró su habilidad para moverse entre diferentes géneros musicales, desde el folclore hasta el pop y la balada, llevando a los asistentes a un viaje a través de su amplio repertorio. Su entrega apasionada y su capacidad para conectarse con el público le valieron aplausos y ovaciones tras cada canción.
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La noche culminó con un bis que incluyó temas como "A – Dios" y "Piedra Libre", sellando una noche inolvidable con un broche de oro. Abel demostró una vez más por qué es uno de los artistas más queridos y respetados de la música argentina, entregando un show de alta calidad que dejó a todos con ganas de más.